INFORMACIÓN DE INTERÉS. Tras las informaciones vertidas en redes sociales sobre el colector de la Rambla de El Salitre, este Ayuntamiento quiere informar a todas las personas vecinas, que NO EXISTE PELIGRO NI DAÑO ECOLÓGICO ALGUNO.
Por ello y para más justicación, se transcribe el informe de un técnico cualificado de Hidrogea explicando lo sucedido.
“Tras el comienzo de las obras de ejecución del nuevo puente en la calle Salitre, el jueves 30 de enero, la empresa encargada de la obra procede al acondicionamiento del último pozo del colector: sellado de la tubería de salida y realización del correspondiente aliviadero.
El viernes 31 de diciembre, nos percatamos de que no se ha instalado la bomba correspondiente en el pozo final antes mencionado. Por ello, se informa al jefe de obra de la necesidad de la colocación de dicha bomba.
Tras la petición del Sr. Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Abanilla para la revisión de las obras que se están ejecutando en la rambla del Salitre en Abanilla, el lunes 3 de febrero, me persono en la zona de trabajo constatando la siguiente situación:
- El colector situado en la calle salitre está taponado en el último pozo existente, antes del corte del vial.
- En el citado pozo existe una bomba que trasporta el efluente, por medio de una manga, al pozo de saneamiento siguiente, cruzando la zona donde se están ejecutando las obras.
- En el pozo donde está colocada la bomba, existe un aliviadero provisional que impide que, ante el posible fallo de la citada bomba, el colector entre en carga y pueda afectar a las viviendas situadas en la calle Salitre.
- Para la ejecución de los cimientos del nuevo puente, se ha rebajado la base del terreno, aflorando agua procedente del subsuelo (cauce sumergido de la rambla). Para poder evacuar esta agua de la zona de trabajo, se ha realizado una serie de drenajes en el terreno que evacuan el agua hacia la parte mas baja del área, quedando esta embalsada debido a la poca pendiente del terreno y a la espesa vegetación existente.
- El volumen de efluente procedente del saneamiento municipal que se haya podido aliviar es ínfimo y no conlleva, en ningún caso, peligro alguno para la población ni el entorno.